©Carlos
Furman
Escribió el crítico Fred Flaxman
en 1997: “Flamma Flamma audazmente sintetiza el
concepto occidental espiritual de una misa de réquiem por los
difuntos, con ritos y ceremonias de la muerte de las culturas no
occidentales. Su elemento unificador es la idea del Fuego -el Fuego
como herramienta de vida, como una metáfora de la pasión, como el
agente más poderoso de transformación en la naturaleza, como una
manera de deshacerse de los difuntos.
La mística del fuego capturó la imaginación de
Nicholas Lens, quien llegó a su conclusión
filosófica acerca de la vida y la muerte escribiendo: ‘Para mí lo
único que hace soportable la vida es el conocimiento de que llegará
a su fin, porque aceptar esto es la única manera de disfrutarla
libremente y sin condiciones’.”
Mas allá de estos comentarios de Lens
y Flaxman, y de los textos en latín escritos por
Herman Pontocarero para Flamma Flamma, lo más
importante es que la obra musical me interesó muchísimo desde el
primer momento como un todo, y llegó a mi mente y tocó de manera
muy fuerte mis sentimientos y emociones, como para decidir crear una
versión coreográfica que hoy es un hecho.
Flamma Flamma puede parecer una
obra abstracta, porque no cuenta una historia, pero no siento que sea
así: hay un hilo conductor que me ha llevado a unir a cada personaje
con cada situación, y ese es el Fuego, el que cada uno tiene como
Fuego creador, que no está personificado en ningún bailarín, pero
está presente en casi todas las escenas y en cada uno de los
personajes que las danzan. Es ese fuego purificador que Borges dibujó
magistralmente en “Las ruinas circulares”, y que nos tiene unidos
a todos en un mismo devenir."
Mauricio Wainrot
©Carlos
Furman
Iluminación:
Alejandro Le Roux, Eli Sirlin
Escenografía:
Graciela Galán
Vestuario:
Graciela Galán
Video:
Martín Facundo Gómez, Marcelo Manente, Pablo Yurrebaso
Música:
Nicholas Lens
Coreografía y Dirección:
Mauricio Wainrot
©Carlos
Furman
No hay comentarios:
Publicar un comentario